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Viviana Canosa regresa a la TV: “A mí me miran los que me quieren y los que no; bienvenidos todos”
La periodista debutará este lunes en la señal de noticias LN+; fiel a su estilo habla sobre su vínculo con el poder, su mirada sobre el rol de la mujer y el lugar que ocupa.
“Mi hija es divina”, dice ni
bien llega al restó de Palermo Chico, lugar elegido para la extensa charla
con LA NACION. Su caudalosa verborragia no focaliza en Cristina Kirchner,
Alberto Fernández o Mauricio Macri. ¿Una nueva Viviana Canosa? Lo suyo no
es pasar inadvertida. Cuando se quedó sin pantalla apeló a las redes sociales.
Dura de domar y de silenciar. Y si el año pasado le impusieron, ¿se
impuso?, el ostracismo en la televisión, desde este lunes 6 de febrero jugará
su revancha cuando, desde las 23, dé inicio a +Viviana, su flamante
proyecto periodístico que saldrá en tira diaria, de lunes a viernes, en
el prime time de la señal de noticias LN+ acompañada por Jorge
Giacobbe y Javier Lanari.
En tiempos electorales,
imposible no verla en la cancha. “Es un año hermoso para hacer este tipo de
programas”. Sin embargo, reconoce que puede ser su último año de vorágine
televisiva y deja la puerta abierta a la actividad política. “Tengo ganas
de cambiar”. Sin embargo, en el prefacio de esta entrevista, Viviana
Canosa está anclada en su plan maternal y se olvidará de los políticos y
la política, para dedicarse, por un rato, a hablar embobada de Martina, su
hija de diez años, fruto de su matrimonio con Alejandro Borensztein, de quien
se separó en 2018, pero con quien mantiene un muy buen vínculo, según remarcará
más de una vez.
“Mi hija no vino a completar
mi vida, porque mi vida estaba completa, pero llegó para darle alegría,
felicidad”, sostiene la periodista, quien se dispone a charlar a cara
lavada. “Cumplí 51 años”, dice.
Canosa explica que se
durmió a las cuatro de la mañana y que aún le resta transitar una jornada
eterna para completar ese día que recién cruzó su primera mitad, aunque el
desvelo no fue por ninguna causa periodística: “A la nena le dolía la panza,
así que estuve atendiéndola hasta que se durmió. Siempre que voy a comenzar un
proyecto ella hace un llamado de atención, le surge una ´mamitis´ muy fuerte.
Es como si me dijera ´no te olvides que sos mi mamá´, pero de eso no me
olvido nunca”.
-¿Tu hija sigue tu carrera?
-Sí, ya está más grande,
entiende, y como ahora hago actualidad y política, y me meto en temas sociales,
ve que tiene una mamá a la que, en la calle, la gente le dice cosas hermosas.
-¿Qué te dicen?
-Gracias por ser nuestra voz.
-Sos muy enfática a la hora de
expresarte, ¿nadie te increpó por tus modos o tu posicionamiento ideológico?
-No, por suerte jamás me
sucedió eso, todo es muy empático.
-¿Nunca recibiste algún
comentario crítico con voz levantada?
-Nunca me sucedió nada
incómodo en la calle. Yo tampoco les digo nada a los que no piensan como yo,
por eso utilizo el espacio de la tele para decir todo lo que pienso y
siento.
"Lo que siento es que, humildemente, le pongo voz a un montón de gente que no está en la TV", afirma la conductora.Pablo Turiansky
Elogio y goce de la
provocación
Pide un “americano” en la
coqueta galería de uno de los lugares más selectos de la gastronomía porteña,
allí donde la calle Cavia explota de elegancia. Aunque volverá a
referirse a la maternidad, rápidamente le gana su pasión por la actualidad.
“¿En qué estábamos?”
Al igual que lo hace frente a
cámaras, en la charla con LA NACION mostrará el mismo tono terminante
para marcar su posicionamiento. “Ahora veo el caso (Lucio) Dupuy y
cuestiones que tienen que ver con la ideología de género y me da vergüenza”: “Me
fastidia la ideología de género. El otro día, una chica mostró su menstruación
en televisión, es todo un delirio”.
-Se trataba de una simulación
en función de una campaña.
-Era un negocio y dicen que es
para visibilizar: visibilicemos sin plata de por medio. A mí no me pagaron
para hablar en contra del aborto, lo hice por mi convicción. Así como mataron
a Lucio Dupuy, también se puede matar en el vientre de la madre, ya que
hay vida desde la concepción.
-Con respecto al tema
anterior, para vos, ¿la campaña comercial anula la temática?
-Si vas a visibilizar, hacelo
gratis, sino es un negocio. Además, a esta altura del partido eso atrasa,
pero se hacen las liberales mostrándote la sangre. No necesito que ninguna
persona me venga a contar qué es la menstruación, es algo que viene con la
naturaleza de la mujer, a mí todavía me sucede, y nadie se avergüenza por eso.
-Mencionabas el caso del
crimen de Lucio Dupuy, ¿considerás que hay una cadena de actores sociales e
institucionales que desatendieron las marcas y reacciones físicas del niño?
-No lo vieron ni la jueza ni
las autoridades del colegio ni los médicos.
-Dependiendo del amperímetro
ideológico, ¿sentís que el caso se condenó de la misma manera?
-No, y lo mismo sucede con los
pibes violadores de Palermo. Lo que te puedo decir es que si una mujer comete
un delito, la voy a juzgar piense de la manera que piense, milite donde milite:
se trata de humanidad. Yo tengo más afinidad con un partido que con otro,
pero si alguien de ese partido se manda un cagadón gigante, seré
la primera en denunciarlo.
La charla deriva hacia la
grieta y el fanatismo en el que está inmersa buena parte de la sociedad:
“Estamos en guerra. La guerra es entre todos los argentinos y es por
fanatismo”.
-Tu discurso tan enfático y
radicalizado, ¿no aporta un granito de arena en torno a esa grieta tan nociva?
-Lo que siento es que,
humildemente, le pongo voz a un montón de gente que no está en la TV.
Cuando libré la batalla en contra del aborto, en los medios de comunicación era
la única y por esa razón me quisieron cancelar, me vinieron a ofrecer
guita para que no hablara más sobre eso.
-¿Quién te ofreció dinero?
-Gente de la política. Es un
negocio, por eso dije que conmigo no cuenten. En su momento me costó caro,
pero, equivocada o no, hago las cosas porque las siento. Muchas colegas me
llamaban para decirme que pensaban como yo, pero que no se animaban a decirlo
públicamente. Si se hubiesen animado, no me habrían dejado tan sola. No puede
ser que toda la tele sea (pañuelo) verde. Se hablaba del aborto a las tres de
la tarde pero a mí no me dejaban mostrar el video de un aborto a las diez de la
noche porque era muy violento. Un aborto, para mí que soy religiosa, es un
crimen. Sin embargo, se tocaba el tema a cualquier hora, con chicos en
formación que miraban eso. Tengo padres que, en la mesa de la cena, viven
grandes discusiones con sus hijos.
-Eso es sano.
-Yo les pregunto a esos padres
si les tienen miedo a sus hijos. Cristina (Kirchner) dijo que era
verde por su hija. Más allá del amor por su hija, si la gente la votó por
determinado pensamiento, no puede cambiar, aunque creo en la evolución de las
ideas. Si la vida es desde la concepción, no se puede cambiar de idea o dejarse
convencer.
Magnolia de acero
-Tus últimos ciclos
televisivos salieron en horario nocturno. Luego del vértigo de enfrentarte a
los políticos poderosos, y de la intensidad de lo que se dice, ¿cómo es la
vuelta a casa? ¿conciliás el sueño rápidamente?
-Llego a casa con mucha paz
porque soy muy genuina con lo que pienso y digo, aunque, seguramente, muchas
veces me equivoco. A mí me miran los que me quieren y los que no. Bienvenidos
todos, incluso los que me putean, pero yo soy lo que soy… ¿cómo seguía la
canción?
-”No tengo que dar excusas por
eso…”.
-Eso mismo, voy por la vida
fluyendo.
-Dijiste que en la calle no
hay agresiones, ¿recibiste amenazas telefónicas?
-Recibí algunas amenazas.
“Tené cuidado con tal cosa”, te dicen, pero tengo un buen abogado. La balanza
es a favor, me siento querida y apoyada.
-¿No tenés miedo?
-No te voy a decir que nunca
tengo miedo, pero lo traspaso, avanzo, lo suelto. El que tiene miedo se queda paralizado.
Por otra parte, cada vez que digo algo lo muestro, no digo cualquier cosa que
se me ocurre.
-¿Tenés trato directo con los
políticos referentes del oficialismo y de la oposición?
-Sí, claro, tengo contactos,
fuentes.
-Al presidente Alberto Fernández
le realizaste varias entrevistas, ¿tenés vínculo con él?
-No, lo entrevisté mucho y
hace dos años, antes que entrase a América, me pidió disculpas por lo
sucedido.
-¿A qué te referís?
-A una amenaza fuerte de
parte de él, una patoteada.
-¿Al aire?
-No, por mensaje. Y su entorno
me decía que él era así.
-¿Ya había asumido como
presidente?
-Sí.
-¿Qué te dijo en el mensaje?
-Ya ni me acuerdo, pero fue
por cosas que yo pasaba en el programa.
-¿Cómo fue el pedido de
disculpas?
-Mucho tiempo después me dijo
que no había sido su intención.
-¿Entrevistarías a Cristina
Kirchner?
-La entrevistaría, pero no
accede a ninguna entrevista, supongo que se las concede a gente afín a ella
para que no le puedan repreguntar.
"Si hablo del presidente y de la vice, ¿cómo no voy a poder hablar del ministro de Economía? Es el colmo, si son un triunvirato. Con el dólar a 400 mangos, con el aumento de los impuestos, con la inflación que tenemos, no podía pasarme cuatro meses más sin hablar de Sergio Massa", explica Canosa sobre su salida de AméricaPablo Turiansky
Dar de nuevo
En agosto último y luego de
poco más de un año en el aire, Canosa renunció a la conducción de su
programa en la señal de noticias A24 por diferencias con las autoridades
de la emisora. “Ese día había tres o cuatro videos de (Sergio) Massa y ninguno
se pudo pasar, ni siquiera el más light”. A Massa lo menciona
como “ministro Manos de Tijera” o “El rey del ajuste”.
-¿Qué mostraban los videos que
no te permitieron poner en el aire?
-El escrache de la gente, de
una señora, ya ni recuerdo en qué lugar.
-¿América te impidió
emitirlos?
-Me dijeron “este video no,
aquel tampoco”. Hasta bajó un gerente a explicármelo. No fue la primera
vez que sucedía. Yo les pedí evitar el escándalo, seguir hasta fin de año
tranquila y luego irme. Era un video, nada más que un video. Lo mostraba,
acotaba algo y continuaba con otro tema.
-¿Tuviste contacto con Daniel
Vila, uno de los propietarios de la señal?
-Me mandó un mensaje
agradeciéndome mi estadía en el canal. Si hablo del presidente y de la vice,
¿cómo no voy a poder hablar del ministro de Economía? Es el colmo, si son un
triunvirato. Con el dólar a 400 mangos, con el aumento de los impuestos,
con la inflación que tenemos, no podía pasarme cuatro meses más sin hablar de
Sergio Massa.
-¿Rápidamente tomaste la
decisión de irte de A24?
-Entendí que no podía hablar
de nada, entonces, muy tranquila, tomé la decisión. No tomo decisiones en
caliente, venía evaluando que esto podía pasar. Soy impulsiva, pero
inteligente. No dejé A24 pensando en LN+, me fui sin un mango y de
atrevida que soy. Todos me dicen que estoy un poco loca, pero no podría
estar frente a una cámara mintiéndole a la gente.
-Decías que se trata de un
triunvirato, pero no podías hablar de Massa. ¿Tiene más poder que Cristina
Kirchner y Alberto Fernández?
-En ese canal, sí. Supongo que
en otros canales también, hoy nadie habla del dólar a 400 pesos y cuando estaba
a 40 se prendía fuego la Argentina. Ese es el nivel de incoherencia. La
cortina de humo es grande... estuvo el caso Báez Sosa, que se termina en
estos días.
-¿Invitarás al nuevo ciclo a
referentes del kirchnerismo?
-El programa es mi casa, soy
la anfitriona, entonces no me gusta invitar gente para que la pase mal.
-¿No es válido intercambiar
ideas diferentes, fomentar el diálogo desde distintos puntos de vista?
-Es que es justicia o
corrupción, no hay mucho que discutir.
-¿No le rescatás nada del
kirchnerismo?
-Nos acostumbramos al “robaron
para tener poder”, pero todo eso que robaron para tener poder significó sacarle
salud, educación y futuro a los argentinos.
"Ahora mismo sigo trabajando como una principiante, siempre es un volver a empezar. No se me cae ningún anillo por hacer nada, incluso llamo a los invitados por teléfono", explica sobre su disciplina de trabajoPablo Turiansky
Todo cambia
-Cuando te dedicabas al
periodismo sobre farándula, ¿rondaba en vos la idea de hacer política y
actualidad?
-Arranqué en Radio Mitre y Radio
10 haciendo actualidad.
-Hacías los móviles.
-Hacía de todo, así que hoy
soy más la que empezó a los veinte años haciendo lo que hago hoy, después la
vida me llevó por otros caminos. Siempre quise hacer esto.
-Nunca pasaste inadvertida.
Cuando integrabas el panel de Intrusos, eras la pelirroja que se destacaba
por sobre el resto, con opiniones picantes.
-Me rompía el alma trabajando,
por eso fui panelista poco más de un año y me fui a ser conductora de Los
profesionales de siempre. Siempre hice mucho, hacía las notas, buscaba data. Me
acuerdo que a Fernando Peña le gustaba que yo le hiciera las
entrevistas, entonces un sábado podía recibir el llamado del canal a las cuatro
de la mañana porque Peña se había decidido a darnos una nota. Me levantaba de
la cama, me cepillaba los dientes e iba. Y esto es literal. Otra persona quizás
no lo hace. Ahora mismo sigo trabajando como una principiante, siempre es
un volver a empezar. No se me cae ningún anillo por hacer nada, incluso llamo a
los invitados por teléfono.
-¿Volverías a hacer
espectáculos?
-No, cuando termino una
etapa, la termino para siempre. Me aburriría haciendo espectáculos, no sabría
de quién hablar.
-¿Por qué?
-El famoso cambió, hoy es
famoso uno que tiene un millón de seguidores en las redes y, quizás, yo ni sé
quién es.
Le dijo que no a una propuesta
para hacer la primera o segunda mañana de Radio Rivadavia, pero tiene en
estudio una oferta para conducir el horario vespertino del regreso y otra para
ocupar los fines de semana. “Estoy viendo qué me conviene”.
Tal es su dedicación al
trabajo que cuenta que cuando llega a su casa se pone a producir el programa
del día siguiente y a dejar esbozado su próximo editorial. “Si me da sueño,
paro a las cuatro o cinco de la mañana, duermo un poco y me levanto temprano
para desayunar con mi hija antes del colegio. Luego sigo en actividad y,
quizás, duermo un par de horas para bajar un cambio”.
Pandemia
-¿Sos antivacunas?
-No soy antivacunas porque
tengo todas las vacunas tradicionales y a mi hija también se las di todas.
-Hablo de la vacuna contra el
Covid.
-¿Por qué uno no puede
cuestionar una vacuna que no es vacuna?
-¿No es vacuna?
-Para que una fórmula sea
vacuna tienen que pasar muchos años. Nadie me puede obligar a darme algo que no
sé de qué se trata.
-¿No sentías temor por no
estar vacunada?
-A mí me daba miedo la mentira
y la farsa que veía. La pandemia me generó un montón de dudas para con todo, no
solo con la vacuna. Aparecieron un montón de médicos siniestros llenando
de terror a la gente; los periodistas ensobrados que hablaban a favor del
encierro, cuando hubo gente que se suicidó por no poder ver a sus familiares,
mientras el Presidente hacía una fiesta en Olivos. Que ninguno me venga a
dar clases de moral.
-Los contagios y las muertes
se controlaron a partir de las vacunas.
-No lo sé, no soy médica. No
cuestiono a nadie, pero soy libre de tomar mis decisiones.
Entre el colecho y el amor
“Con Martina hago
colecho. Le permito que duerma conmigo porque, en unos años, ya estará grande y
eso será imposible, me dirá ´mamá, me voy a mi cuarto´. Soy una madre gozadora
de mi hija y tuve la suerte de tener una hija maravillosa, criada con mucho
amor y rodeada de una familia hermosa”.
Canosa cuenta que su hija
se ve permanentemente con su papá, con sus hermanos de parte de padre y hasta
con sus tíos y que cuando la actividad laboral le insume muchas horas fuera de
su casa a la pequeña la cuidan sus padres. “Soy muy familiera y así la estoy
criando. Es una chica inteligente y educada. Y muy respetuosa, algo que tiene
que ver con la educación que recibió de mi parte y de su padre”.
-¿Qué te da miedo del
crecimiento de tu hija?
-Nada me da miedo, la vida es
incertidumbre pura.
-¿Tendrías más hijos?
-Tengo un nivel de exigencia
alto, así que con Martina está bien. Hoy, además, no me veo
formando pareja, no está en mi cabeza. No me veo con nadie más, te lo
juro. Amé y me amaron mucho, pero hoy me tendría que replantear desde qué
lugar quiero vivir una relación. Además, no aparece ese hombre... Siento
que perdí la capacidad de enamorarme. Tal vez no tuve buenas experiencias y eso
me hace sentir que perdí la entrega hacia el hombre. Siento que no conocí
al hombre de mi vida, nunca tuve una relación de compañerismo como me hubiese
gustado.
-¿Con el padre de tu hija
tampoco?
-Fue mi gran amor, el único
hombre con el que quise tener una hija, pero no fue el hombre de mi vida.
-¿Alguna vez sufriste
violencia de género?
-Sí, pero lo pude reconocer en
terapia mucho después.
-¿Era violencia física o
psicológica?
-Sufrí violencia física. El
día que le dije que nos separábamos fue terrible.
-¿Qué te sucedió
concretamente?
-Me agarró del cuello y casi
me mata. Mi cabeza lo borró por mucho tiempo para sobrevivir.
-Te han endilgado romances con
varios políticos, ¿alguno fue real?
-No. Los romances con
políticos que sí tuve no los conoce nadie.
-Te escucho.
-En los últimos tiempos tuve
una relación con alguien de Cambiemos.
-No trascendió.
-Nadie lo va a saber. Es una
gran persona pero me di cuenta que no estoy en condiciones de dedicarle a
un hombre más tiempo que a mi hija. Soy de entregarme cuando me enamoro, pero a
este hombre le escatimé. Además, me da mucho pudor.
-¿Pudor?
-Nunca le presenté a mi hija a
nadie. No puedo, me da mucha vergüenza.
-Hasta que aparezca el gran
amor.
-Supongo que si sucede no me
voy preguntar si se lo presento o no.
-¿Cuánto duró el amor con el
político?
-Me cortejó mucho tiempo y la
relación duró muy pocos meses.
-No fue hace mucho...
-El año pasado.
-¿Fue como invitado a tu
programa?
-Sí, muchas veces.
-¿Seguirá yendo?
-Sí, de hecho, volvió. Es muy
decente y honesto, pero yo no pude.